Reclutamiento y Selección: el Departamento Infravalorado

Reclutamiento y Selección: el Departamento Infravalorado


En una ocasión, impartiendo un taller de “Haciendo de la Capacitación una Inversión”, una coordinadora de capacitación nos compartió que en su empresa (una de las más grandes lecheras en México) un gerente de producción le dijo que “recursos humanos es el área más prescindible de la empresa”.

Algo similar me había tocado oír cuando trabajaba en una de las empresas de tecnología más grandes de Estados Unidos en su planta de Guadalajara. Prácticamente todos los gerentes consideraban que recursos humanos era el escalón más bajo en la percepción de jerarquías departamentales. Ese tipo de comentarios era bastante fácil de encontrarlos en los corredores, incluso saliendo de la sala de juntas.

Regresando al curso que estaba dando, le dije a la participante, que recursos humanos tiene funciones críticas en la empresa. Tales como capacitación, reclutamiento y selección, entre otras. Lo que podría estar ocurriendo es que los ejecutivos de recursos humanos no han podido vender bien sus labores. Me referiré en ésta ocasión a reclutamiento y selección de personal.

Piensa en la liga deportiva más competitiva del mundo: la NFL de futbol americano. En el año 1989 los Dallas Cowboys terminaron la temporada con 1 ganado y 15 perdidos. Después 3 años sucesivos de buenos reclutamientos colegiales, para 1993 se coronaron en el Súper Bowl, y esa generación de jugadores les hizo ganar también el Súper Bowl de 1994 y el de 1996. Así que, pasaron del último lugar al primer lugar en poco tiempo, gracias a un gran esfuerzo de reclutamiento. Ganar el Súper Bowl es un logro máximo. De los 32 equipos de la NFL hay muchos que en 100 años de la liga no han ganado 1 Súper Bowl.

Consideremos un ejemplo más dramático. Antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Hitler amenazaba con el "bluff" de invadir Checoeslovaquia. Hitler había sido soldado en la primera guerra mundial, así como obtenido múltiples condecoraciones por su valentía y temeridad. Inglaterra mandó a Alemania a su primer ministro Neville Chamberlein para negociar y buscar la paz. Chamberlein había sido dueño de una plantación en una isla del Caribe, pero nunca un militar. Chamberlein era un “buenista”, un “humanista”, había sido elegido por “dedazo” y nunca se tomó en cuenta que no tenía el perfil para enfrentar a Hitler. No hubo pruebas psicométricas, de control emocional, ni entrevistas que se hacen en un proceso estricto de reclutamiento. Pues bien, en la negociación Chamberlein le regaló Checoeslovaquia Hitler a cambio de que no hubiera guerra. Chamberlein les dijo a los checos que se rindieran (en lugar de buscar aliarse con ellos, con lo cual hubieran evitado la guerra). Alemania ganó gratis Checoeslovaquia y de todos modos se dio la Segunda Guerra Mundial con más de 70 millones de muertos.

En la película surcoreana “Parásitos” ganadora del Oscar 2020, (SPOILER ALERT), los Park, una familia adinerada, contrata de buena fe (sin seguir protocolos de reclutamiento como verificar antecedentes y la veracidad de documentos presentados), a un instructor de inglés, a una terapeuta, un taxista, a una ama de llaves. Los 4 empleados serán la desgracia para la familia.

Hay empresas sanas que hacen 1 mala contratación y quiebra la empresa. Un ejemplo: tienes un operario con muy baja autoestima, que de repente es reprendido por su supervisor, el operario a la salida, puede encerrarse en el baño y provocar un corto circuito.

Reclutamiento es, mucho más importante de lo que creemos. Ya ha provocado hasta guerras. Reclutamos colaboradores, nuestra pareja, amigos, socios de negocios, doctores, abogados, clientes, proveedores, dirigentes, que pueden hacer de nuestra vida una delicia, si nos rodeamos de los mejores, o un suplicio, como le ha pasado a empresas y países. Los errores en reclutamiento son brutales; más vale que todos lo entendiéramos pronto y que tuviéramos procesos estrictos para minimizar el riesgo.

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